jueves, 2 de septiembre de 2010

¿Por qué se nos pone la piel de gallina?

¿Por qué se nos pone la piel de gallina?


La piel de gallina, o la carne de pato que dicen los ingleses, es una especie de erizamiento de los poros de la piel que nos recuerda a esas aves una vez desplumadas.

Pero, ¿qué provoca la piel de gallina? ¿cuál es el mecanismo?



La piel de gallina es la respuesta a ciertos estímulos:

# Sobresalto o susto
# Frío
# Estremecimiento o alteración en el ánimo

Aunque, en realidad, las tres se refieren a un descenso de temperatura corporal, ya sea tanto por causas ambientales como por causas internas, ya sea por los escalofríos provocados por el miedo o los nervios o por la sensación sentimental intensa como una música un aroma o cualquier otra circunstancia que nos emociona.

El funcionamiento es el siguiente:

En la parte más profunda de la dermis se encuentran las glándulas sudoríparas, el tejido graso, los bulbos pilosos y una fina musculatura que opera sobre los poros, dilatando y contrayendo esos diminutos esfínteres con la finalidad de mantener la temperatura. Si hay un exceso de calor se abren para liberar sudor y contribuir al enfriamiento corporal por evaporación. Si hay una falta de calor (frío) se contraen y cierran para evitar la pérdida de más calor.

Cuando este grupo muscular —llamado musculus erector pili o músculo horripilador— se contrae, el poro se cierra, la piel forma un bultito alrededor del folículo y el pelo se eriza, dando como resultado la piel de gallina.

Este reflejo es en el hombre un resíduo de antaño, pues nuestro cuerpo no está tan cubierto de pelo como en tiempo prehistóricos, pero en muchos animales peludos es un mecanismo muy útil para mantener el calor, pues al erizarse el pelaje se hincha en su conjunto y proporciona una capa aislante de tamaño mucho mayor.



Por otro lado, el sobresalto o susto que desencadena este mecanismo forma parte de la respuesta de huir o luchar que se presenta ante una amenaza. El erizamiento del pelo proporciona un mayor tamaño que ayuda a intimidar al oponente. Al respecto recordar el erizamiento de pelo y los bufidos de un gato amenazado, la postura erguida del oso o las membranas del cuello del lagarto de Kingy , artificios destinados todos ellos para ofrecer un aspecto más amenazador. Como el que debieron ofrecer nuestros ancestros con el vello corporal erizado.

0 comentarios :